jueves, 26 de agosto de 2021
SER PADRE DE FAMILIA VA MÁS ALLÁ DE TODO DESAFÍO.
Ser padre o madre en estos tiempos como en los ancestros es más que desafío en la vida, mucho más que un reto o un propósito. Si lo vemos meramente desde el punto de vista antropológico, se trata de la prolongación de la existencia del hombre, pero desde un punto de vista más integral con una perspectiva espiritual y humana; ser padre o madre, tutor o responsable legal de familia significa entregarse por completo en una renuncia total a su propia vida para ofrecerla a quienes más ama y tiene más cerca conviviendo bajo el mismo techo.
Esta entrega sellada por el amor incondicional, exige mesura en el comportamiento, templanza de las pasiones para mantener la unidad familiar sin caer en infidelidades, sobriedad de placeres temporales que podrían alejar el núcleo familiar, moderación en las correcciones a los hijos, armonía en su intercambio diario, concordia en las diferencias, calma en los exabruptos o alteraciones por enojarse, reposo de los problemas agobiantes, paz frente a las calamidades, resistencia emocional de cara a las tragedias, dignidad con prudencia al recibir la bofetada de los ultrajes o humillaciones, carácter para corregir errores propios y de los demás miembros de la casa, honestidad para reconocer los excesos, sensatez para controlar los impulsos cuando se pierden los estribos con facilidad aún con razones de sobra para hacerlo, transitar entre calamidades con paciencia como si fuese un campo minado, soportar desvelos, sacrificar gustos propios o diversiones con amistades, abandonar metas o proyectos de la etapa de soltería y unidad indisoluble con cohesión indiscutible ya sea en buenos momentos o en tiempos de prueba, de escases y pobreza, con la mirada irrenunciable de un futuro cercano donde se resuelvan los problemas y se viva con la mesa llena del pan otra vez.
Dicho todo lo anterior, ser padre o cabeza de familia es para verdaderos líderes e incluso son personas heroicas, quienes aunque temen al destino, no se detienen por el miedo, sino que siguen navegando el barco de su familia sobre las aguas de la vida, a veces son muy turbulentas por la tormenta, otras veces aguas mansas de pacífica travesía. Me parece imaginar en ese escenario al papá como el capitán y la mamá como la que lleva en sus manos el timón del barco para no encallar sin quitar la mirada hacia el horizonte y como primer oficial, asegurarse de que todos a bordo obedezcan las órdenes del jefe de la familia o el capitán de la nave.
Por eso quizás es que muchos, sobre todo los jóvenes de hoy en día y que detestan la idea de hacer sacrificios por dedicarse solamente a la diversión, no les parece nada atractivo la obligación y la responsabilidad de hacerse cargo de ir al frente para formar un hogar. Desafortunadamente existen otros eventos en el mundo actual que están contribuyendo con gran fuerza y empuje a desaparecer la formación de familias y nuevos hogares.
Para empezar notamos una corriente de opinión mundial donde prevalece la idea de vivir la vida solamente para divertirse, pasarla bien, salir con amigos o amigas, ningún compromiso en absoluto, relaciones pasajeras mal llamadas de amigos con derecho o amigos con beneficios y dejan pasar inadvertidas las verdaderas oportunidades de una relación seria y formal. Esto por supuesto lo empeora el hecho de que la juventud de todas las épocas desperdicia su tiempo de oro porque creen que la juventud es eterna y tienen muchos años por delante para desperdiciar y de pronto cuando se dan cuenta, ya se ven viejos sin percatarse cómo pasaron tan rápido los años y que ahora su vida se ve más corta y más reducida de oportunidades.
Otro aspecto extremadamente preocupante es lo promoción del feminismo radical que hace creer a toda la sociedad en su conjunto que la mujer no necesita del hombre ni de formar un hogar para realizarse, es más, enseñan que el hombre es enemigo de la superación de la mujer y los hijos son un obstáculo y el resto de la familia como padres y hermanos son un estorbo. En pocas palabras si la mujer quiere cumplir sus metas o sueños, debe renunciar a su familia o de formar un hogar si quiere crecer como persona y también profesionalmente. Esto es una falacia.
La ideología de género es junto al feminismo radical, los abortistas y los aliados de la eutanasia, la mayor amenaza para los padres de familia actuales y futuros. En primera instancia porque quieren desnaturalizar el rol de cada miembro de un hogar. Promueven que los hijos odien a los padres por pretender disciplinarlos o ponerles reglas de conducta o buen comportamiento, el papá es presentado ante los hijos como un enemigo que debe ser excluido y marginado. La madre es solamente una simple progenitora que no debe entrometerse en la vida de sus hijos, aunque estos sean muy pequeñitos, para dar paso a una mal orientada independencia, lo que en realidad se traduce en rebelión de los hijos contra la madre y deriva en confrontaciones irrespetuosas o enfrentamientos incluso violentos de los hijos contra las madres, cuando ellas pretenden orientarlos o llamarles la tención con todo derecho.
Más grave aún es todavía, pretender arrebatarles la inocencia a los niños y niñas, despojar de la nobleza, la ternura, el cariño, la pureza y la generosidad que caracteriza a esa inocencia de los infantes y que es el peor crimen o pecado, intentar arrebatar esa pureza e inocencia de la etapa de la niñez. Es por eso que estas ideologías anti familia se enfocan tanto en los niños y niñas, ya que su gran meta es lograr a corto plazo con esos niños convertidos en jóvenes o adultos bajo su doctrina, en una sociedad desintegrada, desigual y esclava del libertinaje y las inmoralidades sexuales, sometida al desorden social bajo el disfraz de igualdad sin discriminación o marginaciones. Para mí es como promover la extinción de la raza humana.
Estas ideologías son totalitarias por ser en su naturaleza impositivas, imperativas, excluyentes de toda creencia heterosexual, marginales de los sectores religiosos que se les oponen, tiránicas al querer someter a todo el mundo a sus designios bajo pena de castigo judicial a todo quien se oponga, es decir son una dictadura ideológica de género, dictadura anti conciencia, dictadura anti libre pensamiento, dictadura anti libre albedrío, dictadura anti humanidad.
Por supuesto que consideran a la iglesia católica y a los valores religiosos en general como el gran obstáculo que les planta cara y trinchera de defensa de los verdaderos valores familiares y sociales que se vinieron construyendo desde hace miles de años por las civilizaciones que se edificaron con mucho esfuerzo y por largo tiempo y que vieron en la formación de familias, de padre, madre e hijos, como la única y mejor forma de sobrevivencia ante el mundo.
En su tiempo en los años ochenta, por ejemplo, durante la dictadura militar de izquierda marxista sandinista, los jóvenes si querían ser considerados verdaderos revolucionarios por el estado sandinista, tenían que rebelarse ante la autoridad de sus padres y someterse únicamente a la voluntad todo poderosa del partido y los comandantes de la revolución. Es decir que a los padres, el estado revolucionario, les arrebató todo derecho de formar a sus hijos. Sumemos además la amenaza de las drogas, malas influencias con vicios como el alcoholismo, violencia, entre otros; agregan una mayor carga de aflicción y trabajo a los padres de familia.
Es exactamente lo mismo pero con otro rostro, lo que pretende la ideología de género, el feminismo, los abortistas y los defensores de la eutanasia y la unión libre de parejas o el mal llamado poli amor, lo que quiere decir que una mujer o un hombre pueden tener varias parejas simultáneamente sin ningún reclamo u oposición, lo que obviamente destruye cualquier indicio de relación formal y seria, de compromiso honesto, libre y de amor verdadero para que un hombre y una mujer puedan unirse en sagrado matrimonio y formar un hogar.
Otro asunto muy grave de los tiempos actuales es el hecho de que dados los crímenes salvajes y brutales que hombres desalmados, no solo machistas, sino de instinto criminal; han cometido barbaries contra mujeres indefensas, jovencitas y niñas, pero también niños, ancianos y otros jovencitos adolescentes; vemos una creciente ola de falsas acusaciones para sacar alguna ventaja, sea económica o por venganza personal y se tiene por costumbre condenar primero e investigar después. Basta una acusación para arruinar el prestigio, la honra o el buen nombre de cualquier persona y aunque después se demuestre lo contrario, ya la reputación ha sido tan afectada o dañada que la persona es virtualmente destruida en su vida social y privada. No prevalece el principio universal del derecho que toda persona es inocente hasta que no se demuestre lo contrario, no que hoy en día, primero se acusa y ya basta con eso para condenar.
No puedo dejar de mencionar otra tendencia muy peligrosa y es que son muchas mujeres jóvenes han tomado el camino del chantaje, el acoso judicial y la persecución monetaria mediante demandas contra sus ex parejas masculinas para vivir de las obligaciones financieras que se ven forzados los padres separados a pagar por un hijo o varios hijos. Es decir las mujeres jóvenes se dejan embarazar intencionalmente para vivir de uno o de varias ex parejas y tener una entrada económica como compensación o pensión alimenticia mediante una sentencia judicial. Esto es además de una gran injusticia social también desmotiva a cualquier joven u hombre para animarse a formar un hogar o de perder su patrimonio personal ante la demanda de una mujer. Desafortunadamente es un modus vivendi basado en la mentira y la mala fe. Digo esto sin ánimo de quitar a los hombres irresponsables o mentirosos, el deber de garantizar la manutención a sus hijos sobre todo si se han separado de su esposa por cualquier motivo.
Hombres y mujeres, sobre todo los jóvenes tiene un miedo natural a comprometerse en una relación duradera o de por vida, les asusta el matrimonio y con todo lo anterior es algo que abona en aumentar esos temores naturales.
Sin embargo es innegable que el amor verdadero vive, existe y prevalece entre un hombre y una mujer que se enamoran y deciden vivir su vida, juntos para siempre en un matrimonio. Es una vocación que DIOS ha creado para asegurar la vida humana pero sobre todo para que en una pareja, familias y hogares se refleje su amor infinito. Por eso ser padre de familia va más allá de todo desafío imaginable. Ser padre de familia es una renuncia total a uno mismo para darse a su pareja y a sus hijos. Un padre o una madre hacen lo que sea para mantener a salvo su descendencia. Ser padre de familia es amar incondicionalmente, preparar a sus hijos para la vida futura, formarlos en valores, educarlos para que sean buenos ciudadanos, protegerlos de toda amenaza a su integridad humana y más que todo compartir su tiempo con ellos, porque sabemos bien que los años pasan y los buenos momentos no regresan.
Ing. Marlon José Navarrete Espinoza. Managua, 25 de Agosto de 2021. AÑO DE SAN JOSÉ.
miércoles, 11 de agosto de 2021
INFAME REVOLUCIÓN.
Una revolución que prometió un falso paraíso desde la doctrina marxista socialista fue todo un engaño, gigantesca mentira que si acaso cuando mucho tuvo buenas intenciones; llegó a ser la peor pesadilla de terror para todo el pueblo por varias generaciones desde 1979.
Prometieron que acabarían con la pobreza y más bien han convertido a miles a la miseria y la indigencia. Mientras ellos en su círculo de poder se enriquecen cada día más, al mismo tiempo, le quitan el plato de comida al ciudadano común con sus políticas de elevar el costo de la vida para financiar sus derroches y caprichos de despilfarro. Han dilapidado las riquezas naturales del país dejando a las futuras generaciones en la fragilidad de sobrevivir en un desierto. Aumentan el resentimiento colectivo con sus discursos de odio, destilando veneno en calumnias e injurias, falsas acusaciones y tormento con torturas contra inocentes.
Festejan su falsedad celebrando con la ingratitud y el olvido de quienes dieron su vida por un mejor país. Muestran sin remordimiento un absoluto desprecio por la vida y la dignidad humana y todavía así hay tantos que los aplauden. Las leyes junto al poder judicial las han convertido en carrozas de batalla para chantajear o extorsionar al que se oponga a sus planes. La cultura y las artes están contaminadas de ideología extremista en manos de militantes radicales con el objetivo de inculcar la idolatría al dictador.
Enseñaron a odiar tanto a los que no pensaban o no eran como ellos que hoy en día responden con tanta violencia y agresividad para no solamente intimidar sino aniquilar a las personas que tienen todo el derecho de opinar en su contra con sobradas razones. Han forjado un ejército de fanáticos recalcitrantes y extremistas para aplastar toda disidencia u oposición. Opinar diferente ahora se convierte en un grave delito y un insulto imperdonable. Manipulan la educación de la niñez robando su inocencia y la de los jóvenes inmaduros para convertirlos en máquinas de matar y obedientes para destruir todo aquello que no se arrodille y venere al dictador como si fuese un mesías o una divinidad infalible y enormemente generosa al que se le debe entregar la vida sin cuestionar. Y hablando de educación, la mal llamada revolución, ha arruinado tan profundamente el sistema educativo con su manipulación ideológica partidaria, que lo han dejado en el peor y más vergonzoso, decadente, paupérrimo y atrasado de todo el mundo.
Qué clase de revolución le quita el pan de la boca a su pueblo, la madre no tiene ni para ofrecer una coca cola o que menos un vaso de leche a sus niños o niñas, le arrebatan el único plato de frijoles al día al pueblo trabajador, siendo estos pilar de su riqueza mal habida e igual son tratados como animales. La atención médica y el trato en los centros públicos es repugnante y odioso, los enfermos crónicos o de padecimientos terminales son tratados como basura desechable. La piedad y compasión son muestras de debilidad, casi un delito para los otrora dizque generosos revolucionarios.
Obligaron al pueblo desde hace más de cuarenta años a peregrinar hambriento y sediento de paz y justicia bajo los rayos implacables de un sol que ellos llamaron sol de libertad, pero en realidad, lo convirtieron en un sol abrasador y no permitieron a nadie beber agua en un oasis de tranquilidad pero sí a caminar sobre arenas ardientes de llantos y tormentos, penas y desesperanzas, injusticias y miserias, encadenados como esclavos bajo el sometimiento de los caprichos y arrogancia, codicia y perversidad de los inhumanos dictadores sandinistas.
Qué clase de revolución es esa que en su nombre destroza en pedazos a su pueblo, llevándolo a la ruina total, negándole toda posibilidad y derecho de superarse y vivir a plenitud.
Han forzado a las familias a separarse para transitar en el exilio o el destierro ante los atropellos y abusos de poder que no son más que terrorismo de estado, en una guerra contra los indefensos y solitarios ciudadanos por parte de mentes guerreristas, atrapadas en el pasado y además aterrorizan como fantasmas la mente y conciencia social colectiva con sus diatribas de guerra, sangre y muerte. Esos no pueden jamás ser parte del futuro. El país no necesita de radicales ni de intransigentes que solo quieren imponer su opresión.
La madre llora al hijo perdido, el padre desconsolado recuerda con nostalgia, el hijo se lamenta por verse impotente de ayudar a sus padres, el hermano extraña a sus hermanos por la distancia y la separación, la hermana está deprimida porque mira la desgracia sin poder hacer algo para cambiar la realidad, los abuelitos o abuelitas están desolados por verse apartados de quienes aman, la familia aguanta los sacrificios tan prolongados e interminables que no son suficientes para aplacar el dolor de un pueblo agonizante. La tristeza y el desespero son tan abrumadores que muchas personas caminan lentamente bajo la oscuridad como si fueran almas en pena.
La avaricia, la envidia y la codicia desmedida son el campo fértil donde se labra el futuro despojo del honrado y trabajador, se premia el crimen con la fortuna ajena, se regala lo que no se tiene y se envilece el corazón de quienes una vez se enorgullecían de su honestidad. El malvado es enaltecido como héroe y el delito como ejemplo a seguir. Se idolatra a la corrupción para vivir en opulenta abundancia de lujos sobre las mesas vacías de comida en los hogares de miles.
Qué gran injusticia social es también que muchos celebren en la indiferencia total, mientras muchos más viven sumergidos en la soledad bajo el peso de las tinieblas. Ahí se desploma la hipocresía de la supuesta solidaridad revolucionaria socialista. Ninguna fortuna es moralmente legítima si se edifica sobre la desgracia de tantos otros.
Se enseñó a despreciar y aborrecer al empresario presentándolo como un burgués de derecha capitalista explotador, pero hoy los empresarios de la izquierda sandinista son más explotadores, más inhumanos y más despiadados en mal trato contra sus empleados. El obrero y el campesino no pueden levantar la mano para protestar porque lo despiden sin nada o les lanzan a la cárcel. El vacío de su retórica cae al abismo de sus contradicciones. El progreso es visto como un enemigo contra revolucionario para los demás, pero no para ellos los socialistas.
Los malvados que actúan como tiranos no van solos en su senda de maldad destructora, tienen cómplices y colaboradores que se sirven de sus migajas y lo mismo son parte de los sufrimientos que le provocan a su nación. Es gente sin conciencia ni principios y muchos de ellos han caído en la trampa del dictador por creer que les daba una oportunidad de subir al poder y terminaron siendo víctimas de su propia ambición, ceguera, ingenuidad y soberbia política.
Era más que evidente que incluso desde el año pasado 2020, el tirano no tenía intención alguna de dejar el poder y el pecado de quienes creyeron que habrían unas elecciones libres, fue darle crédito a sus falsas promesas del eterno mentiroso y cayeron en la emboscada de sus engaños, les permitió avanzar para después darles el zarpazo de la humillación y es hasta hace pocos días que ya muchos se dieron cuenta que estas elecciones de noviembre 2021 eran y serán una farsa, un circo de mal gusto y otro secuestro de la democracia.
Fueron muy pocas y contadas las voces que advirtieron desde hace tiempo, incluyendo la mía, que ir a elecciones con Ortega en el poder era un suicidio civil y además era legitimar a su inmoral dictadura genocida. La rebelión de abril 2018 no fue para compartir el gobierno con él, sino que se fuera para siempre.
Lo peor de la infame revolución sandinista además hundir al país en el desastre total, fue pretender extirpar la fe en DIOS y la fidelidad a la iglesia católica. No escatimaron esfuerzos para desprestigiarla, humillarla, calumniarla y boicotear sus actividades religiosas. Separando la fe del pueblo de la religión es un principio marxista vital para someter todo un país a la dictadura del proletariado, más bien la dictadura de élites explotadoras, esclavistas y saqueadoras que condenan al pobre trabajador al atraso, a la ignorancia y la miseria.
Afortunadamente nada está totalmente perdido porque en el pueblo palpita más fuerte el ánimo de libertad, auge de prosperidad, vida en paz y convivencia en armonía con justicia social. Ayer nuestros padres y abuelos trabajaron muy duro con sus manos cansadas, su cuerpo desgastado y miradas al horizonte para dejarnos en el presente algo mejor de lo que ellos no tuvieron ni gozaron. No podemos ni debemos olvidar su sacrificio. Hoy nos toca a nosotros.
En DIOS toda debilidad se vuelve fortaleza, todo miedo se transforma en valentía, toda derrota llega a ser victoria, toda humillación cambia en alegría, toda tristeza se alumbra con felicidad, pero solamente si nos ponemos humildemente de rodillas suplicando y enalteciendo la gloria de DIOS nuestro Señor y confiando en su misericordia. Si queremos que DIOS luche de nuestro lado, primero debemos darle el lugar primado y primordial que merece renovando nuestra fe.
Ing. Marlon José Navarrete Espinoza.
Managua 11 de Agosto de 2021. Año de San José y la Sagrada Familia.
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