martes, 27 de mayo de 2025

EL MILAGRO DEL AMOR SE CONVIERTE EN MADRE. Un verdadero y palpable milagro en este mundo y por tanto irrefutable desde todo punto de vista es el de la mujer convertida en mamá. Incluso los ateos, los agnósticos, los soberbios que quieren de rodillas al mundo frente a ellos, se ven obligados a reconocer el milagro del amor y de la vida en una madre, porque ellos también han sido hijos de una mujer. Si estás pasando por el suplicio de una enfermedad, los cuidados que con tanto esmero te ofrece sin límites ni condiciones; se convierten en bálsamo de alivio. Si estás pasando en tu vida por un infierno, el abrazo de la madre, te hace sentir la protección del cielo. Si estás abatido, desconsolado, descorazonado, ella te muestra con sus bellos consejos que no estás perdido ni acabado. Si estás sumergido en la oscuridad de los sentimientos de soledad y la pena, ella con su sola presencia te hace sentir fuerte y acompañado de nuevo. Si solo has mirado oscuridad en tu horizonte de vida, ella con su apoyo emocional te devuelve la resistencia y te señala por dónde se ve la luz. Si te han hecho sentir miserable e insignificante, ella con su amor te devuelve el respeto y la dignidad por ti mismo. Si estás con hambre, siempre te da de comer y no te abandona sediento. Por eso es que cuando veo a las feministas radicales, los abortistas, las lesbianas y personas trans de la ideología lgbtq+, no comprendo cómo pretender destruir y aniquilar del mundo la grandeza, el ardiente deseo y el sueño supremo de una mujer para su realización plena al convertirse en madre. Es un crimen contra la humanidad pretender convencer a las jóvenes, a las mujeres en general, que la maternidad arruinará sus vidas, si el sueño de toda mujer, es precisamente llegar a ser mamá y formar un hogar con un hombre que la ame y la respete. Son tantas las injusticias de este mundo que a veces uno se confunde y se pierde, pero mamá te pone en el camino correcto con su sabiduría. Todo esto no garantiza que a las madres les sonría la vida siempre. De hecho, es cuando más lloran por hacer sacrificios y salvaguardar a sus vástagos. No se me olvida una escena dolorosa. En febrero de 1988, yo salía por el aeropuerto de managua rumbo a México huyendo del servicio militar por una guerra inmoral que yo no quería pelear y no olvido a una madre, muy entrada en años abrazando a su único hijo, al que también lo estaba despidiendo para irse al exilio huyendo de la guerra. Ella le dijo: prefiero tenerte lejos de mí, pero con vida, en lugar de llevarte un ramo de flores a la tumba. Cuando el joven atravesó la puerta de embarque, la señora se atacó en un llanto inconsolable e interminable, mi hermano menor también la miro. Para mí esa es la verdadera imagen que representa a las madres nicaragüenses a partir de 1979. De hecho, mi madre no fue al aeropuerto a despedirme. No pudo soportarlo. Y hablemos de María Santísima, Madre de Jesús. Los protestantes y evangélicos se llenan la boca de insultos y blasfemias, de injurias y falta total de respeto por ella. Si tanto predican que Cristo es el Salvador del género humano, entonces porque desprecian y menosprecian a la mujer que lo llevó en su vientre y fue escogida por Dios para tan grande y único privilegio. Si María, la madre del Redentor, fue elegida por singular gracia para esta misión, lógico es pensar que tuvo las virtudes plenas entre ellas, de la pureza, la virginidad, la humildad y la fidelidad a DIOS para cumplir con total obediencia la voluntad del Padre Celestial. Nuestra propia madre es la imagen del amor puro que tuvo la virgen María por Jesús y por eso Cristo nos la dejó como madre de todos nosotros de forma vitalicia y podamos acudir a ella con toda confianza. Tenemos también una madre en el cielo que nos cuida y protege. El milagro del amor de Dios, se convierte y se llama madre. Ing. Marlon José Navarrete Espinoza. Managua, 27 de mayo de 2025.

domingo, 18 de mayo de 2025

LAS VERDADES DIVINAS NO SON RELATIVAS NI NEGOCIABLES. Las verdades de Dios que le ha dado a conocer a la humanidad en toda su historia en todas las épocas, no son relativas, sino absolutas. Ese tema es innegociable, como tampoco es la fe del hombre ante los desafíos y retos que el mundo le pone en el camino. Las verdades de Dios impresas en la biblia y más claro todavía, en el evangelio, son inmutables como la naturaleza del creador mismo. No podemos tomar lo que nos gusta y descartar lo que no nos gusta. No es aceptar lo que me conviene a mis intereses muy personales y egoístas gracias a mi orgullo y arrogancia y al mismo tiempo desestimar lo que no me conviene. No es acomodar de acuerdo a las modas pasajeras del mundo del espectáculo, del exhibicionismo, del escándalo, de lo relativo en los medios masivos de comunicación que desinforman y deforman de acuerdo a sus intereses mezquinos. No conformarse con ser cómplice del mal que ahora es disfrazado como el bien supremo, ni enaltecer lo perverso o lo maligno como virtudes heroicas, es decir poner el mal como si fuera el bien y el bien como el mal para aniquilarlo. Los que quieren destruir la fe en Dios son los que más están del lado de lo relativo que favorece estos errores y desaciertos que envenenan el alma de la humanidad, la que fácilmente se ve extraviada en la confusión y la perdición. Es más, quienes disfrutan derramar sangre inocente, son los que más usan la tergiversación y la manipulación para esconder sus crímenes y parecer inofensivos. De igual forma vemos a tantos embusteros, demagogos, engañadores y mentirosos que manosean y moldean a su beneficio personal, el hambre y la sed de la gente que presurosa y urgida buscan del consuelo Divino del Señor. Todo solo con el afán de explotar a los perdidos y desencantados, a los olvidados y apartados para hacerse ricos. La fe se va perdiendo cuando en vez de encontrar la verdad, se topa con la muralla de lo falso, de lo negativo, de la mentira y el abuso. También por aceptar pensamientos y filosofías que devoran con su avance, la confianza en lo que se daba por sentado. Cuando estas ideologías del mal penetran el espectro político, social y económico, no se detienen ahí. Avanzan para arrasar la más importante de la persona que es su familia, el entorno familiar y la fe demolidas, ya no queda nada para que la sociedad sobreviva. Por tanto, se hace imprescindible la educación de calidad en las escuelas a todos los niveles, fomentar la lectura y el debate de ideas para formar mentes con firmes propósitos de buscar el bien y la bondad, de hacer crecer mentes con pensamiento crítico, opiniones con sólidas razones, no para destruir, sino para edificar sociedades de creyentes, no de ateos y agnósticos o ideólogos relativistas que su fin es acabar con lo tradicional en nombre de la modernidad y progresismo. El progreso y lo moderno nada tienen de relación con las propuestas ideológicas de la inmoralidad, lo anti ético y lo degenerado. No podemos aceptar sacrificar un bien mayor en nombre de la convivencia pacífica y la inclusión social de grupos que en el fondo son resentidos sociales para provocar un mal extensamente mayor con el paso del tiempo. No acomodarse a intereses ajenos de la sociedad que aspira en su conjunto a un bienestar próspero incluyente sin marginaciones. La fe en Dios es el pilar, la columna, la piedra que sostiene en pie a la humanidad cansada de tribulaciones y agotada por el alto costo de la vida que la sumerge fácilmente en la desesperación y la desesperanza, hasta convertirla en terreno fértil de las fantasiosas promesas de manipuladores e ideologías totalitarias de la tiranía. Si no fuera por esa fe, confianza y esperanza de la presencia divina, el mundo sería un caos total. Por desgracia muchos países o continentes enteros se están derrumbando en sus errores y fatales decisiones por la ausencia de DIOS en sus vidas, pobremente atrapados en la ignorancia y el desprecio a la religión verdadera y ahora presenciamos un continente como es el caso de Europa, ya muy envejecido, no solamente en su población, sino envejecidos en su fe. No está de más decir que las sociedades que se ven mal gobernadas por estos poderes políticos que ejercen radicalmente dichas ideologías totalitarias que pujan en el ateísmo y la anti religión, son las que someten o esclavizan a los ciudadanos a un mal trato constante y creciente de atropellos contra sus derechos civiles y humanos, llegan tan lejos hasta rozar en lo degradante, la humillación y la conducta denigrante donde obligan a las personas a vivir en triste resignación pensando que ya no hay esperanzas ni futuro por el cual luchar para alcanzar la prosperidad y la superación. Los anhelos y sueños en estas sociedades radicalizadas que suprimen y reprimen la libertad, están absolutamente prohibidos. Es un deber y una obligación ineludible que todos y cada uno, en sus propias formas y condiciones, que luchemos porque prevalezcan nuestros milenarios e históricos valores morales, cívicos y Cristianos religiosos por los que hemos transitado tanto tiempo y nuestros antepasados, que quizás ni siquiera conocemos, hicieron todo y sacrificaron de todo para pasarlos a nuestra generación, luchando porque sobrevivan y esperando que nosotros hagamos lo mismo que ellos hicieron para tratar de ganarse el cielo. Por último, para defender nuestras convicciones religiosas cristianas no debemos caer en la confusión de que la humildad y la bondad significan un comportamiento manso y sumiso, permisivo que tolera o debe aceptar equivocadamente en nombre de la convivencia armoniosa; los excesos y abusos de todos aquellos que quieren aprovechar esta debilidad para elevarse como los que están del lado correcto de la historia, se creen los únicos buenos y depositarios acaparadores de la verdad absoluta, mientras el resto son los malos que deben ser eliminados. No podemos aceptar esta doble moral manipuladora. Defendamos el milagro de la vida, los valores religiosos cristianos que fundaron las civilizaciones occidentales verdaderamente modernas por muchos siglos, la fe y el amor en el único y verdadero Dios, así como las verdades divinas que no son negociables ni mucho menos relativas a las corrientes de opinión y pensamiento pasajeros que atentan contra la superación, la estabilidad y la supervivencia de la humanidad. ING MARLON JOSÉ NAVARRETE ESPINOZA. MAYO 18 DE 2025. MANAGUA.