domingo, 23 de septiembre de 2018

SE CONDENA Y SE EMPEQUEÑECE EL QUE MATA A SU HERMANO DESARMADO.

Últimamente en Nicaragua bajo la cruel dictadura perversa y malévola de Ortega – Murillo se ha extendido la idea de que los policías, los encapuchados paramilitares y los miembros del partido FSLN que andan armados matando impunemente a civiles inocentes, desarmados y desprotegidos, expuestos a toda forma de violencia, se convierte en un acto glorioso y grandioso donde los diabólicos del régimen lo celebran como grandes victorias.

Lo que en realidad pretenden ignorar es que estos son actos de cobardía absoluta, porque si de verdad se enfrentaran a una fuerza armada del lado opuesto, quizás entonces podrían creerse triunfadores o valientes. Sin embargo tratándose de civiles desarmados, en total desventaja y que además es su propio pueblo al que deberían  más bien defender, proteger y acuerpar en lugar de matarlo, acribillarlo o masacrarlo, lo convierte en el peor acto sangriento, cobarde y lleno de bajeza que lo transforma también en una tragedia para las víctimas asesinadas y para sus familiares que sufren ver la muerte de su pariente.

En el reino de la mentira en el que actualmente se encuentran sumergidos por su complicidad sanguinaria con el tirano no alcanzan a comprender que esas acciones de muerte, de crimen, asesinato atroz, delitos de lesa humanidad, los señalarán de por vida tanto a los perpetradores como a su descendencia como si fuese una maldición, además de que algún día la justicia los hará pagar cuando menos lo esperen o lo deseen. No hay ni habrá impunidad para tales actos de sangre derramada, sangre noble, desinteresada, generosa y heroica.

Todos los civiles que ellos han matado por la impunidad que les regala el dictador, son los valientes, los héroes, los mártires de un pueblo atormentado y hostigado por la represión, agotado y explotado por la ambición inclemente de un demente, desquiciado mental y fanático que se aferra al poder que es del pueblo, el verdadero soberano de la voluntad popular y no como si fuera suyo por derecho o su dueño por su capricho y su ignorancia, pero más por su perversidad.

Aquellos que se han divertido matando a sus compatriotas, a sus semejantes, a su propia gente como si estuvieran en una cacería de animales; la justicia Divina y terrenal a su momento, les hará pagar el precio y no les gustará el costo que pagarán, pero no podrán esconderse ni escapar de su propia cobardía ni de su criminal fanatismo.

Los que hoy lloran, se enjuagarán las lágrimas cuando la justicia brille en el tribunal celestial de donde nadie escapa impune a la espada de la sentencia eterna de DIOS.

Marlon José Navarrete Espinoza.

23 de Septiembre de 2018.

DIGNIFICAR LA EXISTENCIA ANTE EL FRACASO Y LA HUMILLACIÓN

DIGNIFICAR LA EXISTENCIA ANTE EL FRACASO Y LA HUMILLACIÓN.

Los golpes de la vida no son solamente inesperados e inoportunos, sino que además nos hacen arrodillarnos y morder el polvo de la derrota, besar el suelo y por si fuera  poco nos pisotea mientras estamos derribados.  No es de extrañar que en más de una vez, esos golpes que nos doblegan para vernos vencidos y lanzar todo al traste porque ya no podemos más.

Ante el fracaso de un sueño muy apreciado que es probable habíamos emprendido con toda ilusión, ante la muerte de un ser amado, una enfermedad incurable que de pronto apareció, la traición de un gran amor o de alguien en quien confiábamos ciegamente, la pérdida de un empleo cuando más lo necesitábamos por tener muchas deudas o el vacío de una soledad no buscada ni deseada, la desesperación por una amenaza que no podemos controlar, la marginación de quienes esperábamos algo mejor que el rechazo y la derrota que nos hace colapsar por destruir nuestra confianza; es lo que nos lleva al fracaso y la humillación.

Frente a semejante escenario solamente nos queda reflexionar, meditar y darnos cuenta que debemos reiniciar de otra forma con nuevas ideas e iniciativas, con creatividad e inteligencia, de los cual no carecemos y tenemos en abundancia. Admitir que podemos equivocarnos y que no controlamos todo en la vida, pero tenemos el gran poder de rectificar y reparar ante lo que hemos fallado, fracasado o sufrido.

Para eso debemos saber diferenciar los que realmente podemos y debemos cambiar de aquello que no está a nuestro alcance y no amargarnos o acomplejarnos por tal razón. Dar un golpe de timón, cambiar el curso de nuestra vida, replantear sueños e ilusiones tan pronto sea posible y no perder el tiempo en lo pasado, nos ofrecerá tranquilidad, serenidad y seguridad.

Se abrirán nuevas puertas que antes creímos cerradas, aparecerán posibilidades que las habíamos descartado, nuevas ventanas se abrirán en el horizonte para contemplar más luz que solo oscuridad. Nada está perdido ni es demasiado tarde mientras haya suspiro de vida como de fe y si hay fe, hay esperanza y con esperanza siempre habrá un camino para emprender, para que en cada paso hacia adelante vayamos dejando atrás lo que nos encadenaba a la humillación y el fracaso en aras de recuperar la dignidad de nuestra existencia.
Marlon José Navarrete Espinoza.
23 de septiembre de 2018.

sábado, 1 de septiembre de 2018

RESTAURACIÓN DE LA REPÚBLICA DESPUÉS DEL ODIO IRRACIONAL. La actual tiranía ha desatado con furia violenta el odio extremo y fanático llegando a grados de salvajismo y brutalidad que no se habían visto antes. El pueblo que ya con muchos años de anterioridad estaba abatido e inmerso en una profunda crisis económica, donde los salarios no rinden ni para alcanzar la mitad de la canasta básica, estancamiento en el crecimiento de los negocios pequeños y medianos por falta de ventas, inversión sin demanda rentable real creando una burbuja financiera de un ficticio crecimiento y soportando la calamidad de constantes alzas en el costo de la vida, mantenía a los ciudadanos en un constante estado de aturdimiento, desbordado por los numeroso y crecientes problemas sociales y familiares así como alarmado por la asfixia política del gobierno al negar y suprimir paulatinamente los derechos políticos y humanos elementales, aunado también al afán de acaparar todos los medios de producción, fue el detonante final de decir basta y rebelarse al tirano. Sin embargo todos hemos visto cómo el dictador no escarmienta sino que empeora el tormento de la represión con saña y sadismo descarnado, impactando a todo el país con su perturbada demencia criminal, genocida y malévola; acompañándose de sus hordas fanáticas de paramilitares, partidarios y policía misma en aras de conmocionar y doblegar al consternado pueblo que aún impactado por la escala de violencia y odio sangriento, no dobla la rodilla ante la bestialidad de quien se supone debería protegerlo y promover su desarrollo. ¿Qué orgullo o alarde de victoria pueden sentir los que matan, encarcelan, roban, violan y torturan a su pueblo? Eso es más bien una legítima derrota moral y humana de los victimarios que felices aplastan a su gente. Cuando todo termine y tengamos que enfrentar las secuelas y las consecuencias de su diabólica opresión, Nicaragua necesitará restaurarse como verdadera república democrática, libre y soberana. La primera tarea será buscar la justicia y reparación a las familias de las víctimas, así como enjuiciar a los responsables de los crímenes, no sin antes reformar los poderes del estado con personas honestas y con ética sin obligaciones partidarias. La economía no debe descuidarse y la base de la recuperación exitosa descansa en la inversión social y la producción en todos los rubros de la economía sobre todo los de exportación. Así veremos un aumento de las reservas internacionales, crecimiento en la estabilidad de la balanza comercial y la balanza de pagos, control de la devaluación y la inflación, aumentos de los salarios para mejorar el poder adquisitivo de los sueldos y por ende mayores posibilidades de nuevas plazas de trabajo, aumento del comercio y del turismo que generarán más divisas en moneda extranjera lo que solventará en gran medida la acumulación de capital y riqueza de todos los estratos sociales y les permitirá adquirir un mayor porcentaje de la canasta básica, reduciendo las líneas de pobreza, fomentando el ahorro en el sistema financiero y equilibrando a la vez el crecimiento de créditos bancarios. En pocas palabras una recuperación económica después de la depresión a la hemos sido sometidos por la ambición, codicia y brutalidad de un déspota dictador irresponsable que desgobierna el país. De nada servirá todo esto si no tenemos confianza en la credibilidad del sistema y eso será posible hasta que la dictadura caiga del poder. DIOS SALVE A NICARAGUA Y VENGA PRONTO A IMPONER SU JUSTICIA DIVINA.