sábado, 19 de abril de 2025
COSECHANDO LA SEMILLA SEMBRADA.
Hay un refrán que dice:” El que siembre con lágrimas, segará sonrisas”.
Queremos cosechar lo que no hemos sembrado y si sembramos es mala semilla y después esperamos recoger frutos bondadosos y abundantes. Pero en la realidad, si sembramos discordia, cosecharemos odio. Si sembramos división entonces cosecharemos ruinas. Si sembramos maldad, lo que tendremos después es el infierno en la tierra. En cambio, si sembramos amor, la cosecha será siempre más amor, si sembramos amistad, tendremos lealtad de hermanos. Si la siembra es trabajo, educación y sacrificio, cosecharemos prosperidad, la felicidad de mejores personas y ciudadanos con bienestar. Si sembramos orgullo y soberbia, cosecharemos libertinaje y desprecio entre todos.
El mal avanza en silencio por el camino en tinieblas de lo mundano. Hace juicios despectivos contra el buen nombre, bajeza que ensombrece la dignidad personal. La generosidad en cambio es bálsamo, alivio y cobijo ante el agobio acongojado del abatido, del cabizbajo triste y del descorazonado oprimido. Aunque el abominable, maligno y perverso, somete a macabro suplicio atroz de obligar a forzar la voluntad del justo, no destruirá su convicción de obrar con rectitud. La ostentación y opulencia del embaucador, el tramposo engañador que disfruta burlarse y mofarse del paupérrimo en desgracia, no verá terminar su existencia con banquetes o festines de abundancia. Históricamente esto siempre ha sucedido así. La demencia de horrendos crímenes, abominables y atroces en su horror, siempre tienen su paga con su propio castigo al final. A pesar que a veces años de frustración y fracasos han hecho perder la visión de futuro. Lo cierto es que ninguna montaña de mentiras, por gigantesca que sea, ocultará el horizonte de la verdad que puede notarse tanto por delante como por atrás de ella, ni puede esconder el brillo del sol elevado.
La palabra escrita es trinchera de lucha, campo de batalla en la guerra de las ideas, la opinión y el pensamiento. Si sembramos ideas no cosecharemos ignorancia, sino inteligencia. Si sembramos respeto por todos, cosecharemos libertad. Si sembramos responsabilidad y buenos modales en los niños, cosecharemos una mejor sociedad educada y formada en cumplir sus deberes. Por otro lado si sembramos indiferencia y desinterés, pues cosecharemos inevitablemente una tiranía.
San Juan Bosco decía:” Educad hoy a los niños y mañana de hombres, no serán necesarias las cárceles”.
Para terminar si sembramos fe, cosecharemos milagros. Pero en 1990, DIOS nos regaló un milagro que no esperábamos y no supimos cuidarlos, ni apreciarlo ni mucho menos agradecerlo. La clase política que entonces ostentaban el poder se comportaron como una manada de buitres carroñeros, vividores y saqueadores, se olvidaron del pueblo que les dio su voto de confianza y necesitaba ayuda con urgencia, pero en cambio lo dejaron solo y abandonado a su suerte. Por culpa de ellos hoy pagamos un elevado precio y lloramos por otro milagro, pero no será regalado, tendremos que sufrir mucho para merecerlo, para ganarlo y no sabemos hasta cuándo será. Y cuando suceda es porque Dios sabe que hasta entonces sí sabremos valorarlo y agradecerlo.
Cosechamos lo que sembramos en la vida. Así de sencillo.
Ing. Marlon José Navarrete Espinoza.
Abril 17 de 2025.
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