HAMBRUNA DE JUSTICIA FRENTE A
BANQUETES DE IMPUNIDAD.
Gracias a
una sociedad que se acostumbra a la desigualdad, en donde los que gozan del
amparo a la sombra del tirano tienen muy bien asegurada la impunidad de sus crímenes,
por muy atroces que estos sean o por más inhumanos y brutales que se muestren
sin el más mínimo remordimiento o cargo de conciencia. Los crímenes no
solamente contra los derechos constitucionales, contra las libertades
individuales, contra los derechos humanos más elementales y fundamentales que
resultan irrenunciables, no importan en lo absoluto porque son basura para
quienes felizmente los agreden y violentan a su antojo protegidos por la
maquinaria judicial y policial del un estado secuestrado y asfixiado en el
remolino ideológico de una dictadura que desprecia y lacera a todo lo que no le
conviene y sirve de forma rastrera a sus mezquinos y ambiciosos proyectos
totalitarios y de intereses codiciosos de riqueza desmedida y atropellos sin
límites contra su pueblo. Matar sin pagar las consecuencias, robar, despojar,
usurpar y destruir lo ajeno es la fiesta de la rapiña en el poder.
Eso mismo es lo que hemos visto desde hace
cuarenta años de maldición rojo y negro y recientemente con mucha pena y dolor
por la masacre sufrida y la violencia provocada para robar sus tierras a
nuestros indígenas Mayagnas en Bosawas a como sucedió en los años ochenta en la
dictadura militar sandinista de intentar
exterminar a los Miskitos en sus aldeas para desplazarlos a campos de
concentración y muchos fueron asesinados en ejecuciones sumarias amarrados a
postes de madera y ametrallados. Así que no es la primera vez que estas matanzas
suceden en la impunidad contra nuestras comunidades indígenas quienes viven en
la total indefensión con la desventaja de la distancia remota en sus
territorios dispersos.
En esa total indefensión se encuentra
sumergida toda la sociedad ante un régimen para militar, represivo y violento y
aún así muchos se niegan a llamarle dictadura, al igual que la comunidad
internacional no acciona para abrirle al dictador un juicio por crímenes de
lesa humanidad, dado el principio universal de prevalencia de los derechos
humanos en todas las naciones y llevar ante las cortes a los asesinos o
señalados responsables por genocidio. La justicia sigue siendo solo para los
pobres o desamparados quienes más bien siguen padeciendo injusticias y por eso
existe hambruna de justicia frente a los poderosos encumbrados del poder que
siguen riéndose de sus víctimas, despreciando la ley y el derecho y celebran
los jugosos banquetes de impunidad en que se embriagan sus ambiciones
desmedidas e indetenibles. Mientras más acumulan, más desean tener en poder y
opulencia.
Las madres de los asesinados, los
desaparecidos, los familiares de los presos de conciencia o por opiniones
políticas, los mutilados, los miles de heridos, los estudiantes oprimidos, los
niños vapuleados, las mujeres violentadas y los marginados en los asilos y
orfanatos como en los centros de discapacidad, siguen esperando. Este pueblo
tiene sed de paz, hambre de justicia y mientras languidece, está viendo los
enormes y abundantes banquetes de impunidad en crímenes e injusticia social.
QUE DIOS TENGA PIEDAD DE ESTE SUFRIDO PUEBLO.
Ing. Marlon José Navarrete Espinoza.
3 de Febrero de 2020. Managua.
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