PENSANDO
EN MEJORES TIEMPOS DEL AYER, SUEÑO CON UN LUMINOSO MAÑANA.
La libertad de soñar es quizás la única
libertad que una tiranía, una ideología o un sistema totalitario, les resulta
imposible de reprimir y desaparecer, así como la fe en DIOS no puede ser
arrebatada por ninguna fuerza humana, amenazas malignas o circunstancias
adversas, por muy poderosas que parezcan.
Pensando en los campos floreados del
pasado, mucho antes que sonara el primer disparo de la guerra, la primera
lágrima del destierro o el exilio, el grito de dolor por perderlo todo, la
agonía de la ruina y el abatimiento de planes con anhelos lanzados al suelo o
esperanzas estrelladas contra la marea de la desgracia, antes de todo eso, de
pie sobre un deteriorado puente en el presente, me atrevo a soñar con algo
mejor para mi país en el futuro cercano o lejano.
Visualizo una verdadera democracia que
garantice las libertades a todos sus ciudadanos, con políticos honestos que
respeten la ley y dejen de ser mediocres o vividores y se transformen en
servidores públicos. Con eso encerraremos encadenado a un calabozo oscuro de la
historia a la dictadura para siempre.
Un sistema judicial que no sea usado como
arma de venganza o extorsión y haga justicia sin condenar al justo o inocente y
no premie al criminal o corrupto. Una policía y quizás un ejército con dignidad
y honor ante sus ciudadanos que protejan a su país sin rendir culto o
complacencias a ningún demente psicópata en el poder con delirios de grandeza mesiánicos,
ni jamás se presten a matar al pueblo que se supone deben defender con amor y
lealtad, respeto y obediencia, conforme a la constitución, la ley suprema para
tener paz.
Veo hospitales públicos en cada ciudad,
modernizados con equipo de última tecnología y personal médico como de salud,
que además regalen una sonrisa a cada paciente para hacerlo sentir mejor con
una atención esmerada compasiva y amable como si se tratase del mejor y más
caro hospital privado que haya.
Poder presenciar en cada pueblito,
municipio y ciudad, desde los más lejanos hasta los periféricos, que tengan
todos una infraestructura de desarrollo completa tales como, museo, biblioteca,
estación de radio, asilos de ancianos, casas hogar para niños huérfanos o
discapacitados, canchas deportivas, centros de salud con una o dos ambulancias,
centro juvenil, hotel o posadas, estación de bomberos, centro policial,
restaurantes elegantes, centros eco turísticos, supermercado, colegios decentes
completos con todos los niveles educativos, centros de formación técnica, autobuses
nuevos y cómodos en su estación bien ordenada, un mercado bajo techo, limpio
bien organizado y sobre todo acceso de carretera en perfecto estado todo el
tiempo sea invierno o verano, con su respectiva gasolinera y tiendas o centros
de compras de toda índole.
Eso sería llevar el progreso, la superación
y la modernidad a un país que hoy está muy atrasado, excesivamente pobre,
desnutrido y paupérrimo.
Un seguro social que le garantice a cada
asegurado y pensionado una atención médica de calidad y su dotación de
medicamentos, placas o exámenes sin demora y sin ningún tipo de limitaciones o
exclusiones.
Que nuestras comunidades campesinas, así
como etnias dejen de tener miedo de vivir en sus propias tierras aún cuando se
trate de lugares muy remotos de difícil acceso. Que ya no teman ser asesinados
por grupos armados de militares o para militares como históricamente desde hace
más de 40 años ha sucedido y sientan más bien el brazo protector del estado, al
fin.
Que las universidades públicas dejen de ser
sitios de dominio político ideológico de cualquier partido, sobre todo que
prevalezca el espíritu de universalidad de opiniones con respeto mutuo y no se
apodere de ellas el totalitarismo o la intolerancia hacia otras formas de
pensar.
Que la iglesia Católica deje de ser
perseguida por las fuerzas tenebrosas de un estado irrespetuoso, ofensivo y
maléfico de fuerzas satánicas que pretenden desaparecer o destruir a una
institución religiosa vanguardia en la defensa de derechos humanos, de los más
débiles y desposeídos. Defensores de la ley y el respeto por la vida, la
dignidad humana, así como de la justicia y la libertad, pero que también ha
dado un paso al frente para defender y proteger la democracia y a los
perseguidos por la dictadura.
Que la educación desde el pre escolar hasta
la universitaria de post grado regresen a ser de calidad y no politizada para
alimentar la manipulación de una tiranía sin escrúpulos y podamos todos, desde
nuestros niños y jóvenes, volver a soñar en grande y así hacer crecer con
orgullo a nuestra patria. Una mala educación deficiente nos hace conformistas
con la miseria y pobreza, una educación de calidad nos convierte en seres con
deseos de superación.
Por último, que la familia se convierta de
nuevo en el centro de interés del estado para protegerla en todas sus etapas,
se respete la vida y se promueva la unidad familiar, pero sobre todo que cada
uno de nosotros aprendamos a gobernarnos y auto disciplinarnos de manera que
sepamos convivir en paz.
Si hemos llegado hasta donde estamos es
porque no somos débiles ni cobardes, sino porque tenemos el coraje y valor de
correr tras nuestros sueños.
Ing.
Marlon José Navarrete Espinoza.
Managua,
26 de Junio de 2020.
Aprovecho
para agradecer de corazón a mi pequeña comunidad de lectores en Estados Unidos,
México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Costa Rica, Panamá, Cuba, República
Dominicana, Colombia, Venezuela, Brasil, Ecuador, Uruguay, Argentina, Gran
Bretaña, Dinamarca, Holanda, España, Ucrania, Rusia y Jordania hasta en medio
Oriente y por supuesto en mi patria Nicaragua. A todos muchas gracias por
leerme. Dios les bendiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario