viernes, 26 de junio de 2020

PENSANDO EN MEJORES TIEMPOS DEL AYER, SUEÑO CON UN LUMINOSO MAÑANA.

La libertad de soñar es quizás la única libertad que una tiranía, una ideología o un sistema totalitario, les resulta imposible de reprimir y desaparecer, así como la fe en DIOS no puede ser arrebatada por ninguna fuerza humana, amenazas malignas o circunstancias adversas, por muy poderosas que parezcan.

Pensando en los campos floreados del pasado, mucho antes que sonara el primer disparo de la guerra, la primera lágrima del destierro o el exilio, el grito de dolor por perderlo todo, la agonía de la ruina y el abatimiento de planes con anhelos lanzados al suelo o esperanzas estrelladas contra la marea de la desgracia, antes de todo eso, de pie sobre un deteriorado puente en el presente, me atrevo a soñar con algo mejor para mi país en el futuro cercano o lejano.

Visualizo una verdadera democracia que garantice las libertades a todos sus ciudadanos, con políticos honestos que respeten la ley y dejen de ser mediocres o vividores y se transformen en servidores públicos. Con eso encerraremos encadenado a un calabozo oscuro de la historia a la dictadura para siempre.

Un sistema judicial que no sea usado como arma de venganza o extorsión y haga justicia sin condenar al justo o inocente y no premie al criminal o corrupto. Una policía y quizás un ejército con dignidad y honor ante sus ciudadanos que protejan a su país sin rendir culto o complacencias a ningún demente psicópata en el poder con delirios de grandeza mesiánicos, ni jamás se presten a matar al pueblo que se supone deben defender con amor y lealtad, respeto y obediencia, conforme a la constitución, la ley suprema para tener paz.

Veo hospitales públicos en cada ciudad, modernizados con equipo de última tecnología y personal médico como de salud, que además regalen una sonrisa a cada paciente para hacerlo sentir mejor con una atención esmerada compasiva y amable como si se tratase del mejor y más caro hospital privado que haya.

Poder presenciar en cada pueblito, municipio y ciudad, desde los más lejanos hasta los periféricos, que tengan todos una infraestructura de desarrollo completa tales como, museo, biblioteca, estación de radio, asilos de ancianos, casas hogar para niños huérfanos o discapacitados, canchas deportivas, centros de salud con una o dos ambulancias, centro juvenil, hotel o posadas, estación de bomberos, centro policial, restaurantes elegantes, centros eco turísticos, supermercado, colegios decentes completos con todos los niveles educativos, centros de formación técnica, autobuses nuevos y cómodos en su estación bien ordenada, un mercado bajo techo, limpio bien organizado y sobre todo acceso de carretera en perfecto estado todo el tiempo sea invierno o verano, con su respectiva gasolinera y tiendas o centros de compras de toda índole.

Eso sería llevar el progreso, la superación y la modernidad a un país que hoy está muy atrasado, excesivamente pobre, desnutrido y paupérrimo.

Un seguro social que le garantice a cada asegurado y pensionado una atención médica de calidad y su dotación de medicamentos, placas o exámenes sin demora y sin ningún tipo de limitaciones o exclusiones.

Que nuestras comunidades campesinas, así como etnias dejen de tener miedo de vivir en sus propias tierras aún cuando se trate de lugares muy remotos de difícil acceso. Que ya no teman ser asesinados por grupos armados de militares o para militares como históricamente desde hace más de 40 años ha sucedido y sientan más bien el brazo protector del estado, al fin.

Que las universidades públicas dejen de ser sitios de dominio político ideológico de cualquier partido, sobre todo que prevalezca el espíritu de universalidad de opiniones con respeto mutuo y no se apodere de ellas el totalitarismo o la intolerancia hacia otras formas de pensar.

Que la iglesia Católica deje de ser perseguida por las fuerzas tenebrosas de un estado irrespetuoso, ofensivo y maléfico de fuerzas satánicas que pretenden desaparecer o destruir a una institución religiosa vanguardia en la defensa de derechos humanos, de los más débiles y desposeídos. Defensores de la ley y el respeto por la vida, la dignidad humana, así como de la justicia y la libertad, pero que también ha dado un paso al frente para defender y proteger la democracia y a los perseguidos por la dictadura.

Que la educación desde el pre escolar hasta la universitaria de post grado regresen a ser de calidad y no politizada para alimentar la manipulación de una tiranía sin escrúpulos y podamos todos, desde nuestros niños y jóvenes, volver a soñar en grande y así hacer crecer con orgullo a nuestra patria. Una mala educación deficiente nos hace conformistas con la miseria y pobreza, una educación de calidad nos convierte en seres con deseos de superación.

Por último, que la familia se convierta de nuevo en el centro de interés del estado para protegerla en todas sus etapas, se respete la vida y se promueva la unidad familiar, pero sobre todo que cada uno de nosotros aprendamos a gobernarnos y auto disciplinarnos de manera que sepamos convivir en paz.

Si hemos llegado hasta donde estamos es porque no somos débiles ni cobardes, sino porque tenemos el coraje y valor de correr tras nuestros sueños.

Ing. Marlon José Navarrete Espinoza.
Managua, 26 de Junio de 2020.


Aprovecho para agradecer de corazón a mi pequeña comunidad de lectores en Estados Unidos, México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Costa Rica, Panamá, Cuba, República Dominicana, Colombia, Venezuela, Brasil, Ecuador, Uruguay, Argentina, Gran Bretaña, Dinamarca, Holanda, España, Ucrania, Rusia y Jordania hasta en medio Oriente y por supuesto en mi patria Nicaragua. A todos muchas gracias por leerme. Dios les bendiga.

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